domingo, 17 de abril de 2011

Comentario del Capítulo 21



Y llegamos al final del camino. En el capítulo 21, comprobamos cómo Daniel, el Mochuelo, no ha podido pegar ojo en toda esa noche previa al viaje a la ciudad. A lo largo del capítulo, asistiremos a las despedidas de que es objeto por parte de algunos de los personajes. Estas son las preguntas a las que puedes responder:
  • La compenetración que Daniel siente con el valle es total, llegando a pensar que: "dos cosas no deben separarse nunca cuando han logrado hacerse la una al modo y medida de la otra". ¿Has sentido alguna vez una identificación así de fuerte con un paisaje?
  • Estamos en las horas previas al gran cambio en la vida de Daniel: "dentro de dos horas, quizás menos, él diría adiós al valle, se subiría en un tren y escaparía a la ciudad lejana para empezar a progresar". ¿Recuerdas el día previo a alguno de esos momentos importantes que cambiaron tu vida en algún sentido?
  • Los días anteriores a su marcha, Daniel se va despidiendo de todas las personas de la aldea. ¿Cuál de todas esas despedidas te gusta más? ¿Por qué?
  • ¿Cómo interpretas ese final que dice: "Y cuando empezó a vestirse le invadió una sensación muy vívida y clara de que tomaba un camino distinto del que el Señor le había marcado. Y lloró, al fin"?

3 comentarios:

  1. No sé si de identificación, pero en mis recuerdos felices destaca uno, paseando sola con mi perra por un cementerio celta, y nunca más he sentido una paz tan perfecta como en ese lugar.
    De las despedidas de Daniel, la que más me ha gustado es la que le hace a Mariuca-uca, cuando le pide que no se deje quitar las pecas, me parece muy tierno en su exigencia.
    En ocasiones tenemos que tomar caminos que no queremos recorrer, pero por los que las circunstancias nos empujan, pero siempre hay que intentar pasarlos lo mejor posible o, incluso, saber retroceder y regresar al cruce para tomar otro, ¡nunca es tarde!
    M.J.

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  2. En mi caso, como en la de tantas personas que dejan su casa de joven para irse a la ciudad, bien a trabajar o a estudiar, se siente esa situación de ruptura con las cosas que has vivido hasta la fecha, desde que has tenido conciencia de la vida hasta los quince o dieciséis años. Y sobre todo cuando empieza a recordar las cosas o actividades que hacías, cuando empiezas a despedirte de la familia, amigos etc. Sin embargo, esa situación nada tiene que ver en la forma, lenguaje e imágenes, tan sencillos y bellos que nos los describe el autor del libro.
    Posiblemente, Miguel Delibes, en este capitulo, nos este planteando el paso de la infancia, con sus vivencias, sus problemas los aprendizajes que se tienen, a una edad superior, la de Adulto. Creo que nos presenta, con este ejemplo, que por otro lado es verídico, ya que se daba en numerosas familias, desplazar a los hijos a estudiar a la ciudad, el paso que se da en la vida cuando uno empieza a ser mayor, hay que despedirse de todo lo que uno tiene para enfrentarse a los retos y necesidades que te plantea la nueva situación de los mayores. Las relaciones con los demás son diferentes, mas serias y rigurosas, los amigos algunos se mantienen y otros cambian, afrontar el trabajo o el estudio con una dedicación mayor que hasta ahora. En definitiva se empieza aprender a ser y comportarse como los hombres y en ese sentido hay un rompimiento con la vida anterior. Hay que tomar otros caminos fuera del nido del hogar, con la protección de los padres la familia y el trato también de protección que te dan los adultos. Tienes que empezar a comportarte como ellos y hacer las mismas cosas que hacen ellos.
    De ahí que, la sensación ultima que tiene Daniel cuando empezó a vestirse “ una sensación muy vívida y clara que tomaba un camino diferente”. En mi opinión es que se da cuenta no hay vuelta a tras, que toma conciencia de lo que esta sucediendo y que el nuevo camino es totalmente diferente a lo que había vivido anteriormente.
    E.S.

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  3. Daniel empieza a ser ÉL. Llorar no lo hace menos hombre. Mariuca-Uca será una verdadera amiga...
    clf

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