jueves, 27 de enero de 2011

Comentario del capítulo 2

Recuerda que tienes hasta el día 6 de febrero para participar. Éstas son las posibles preguntas a las que puedes dar respuesta en este capítulo 2. Como ya sabes, no es necesario que respondas a todas. También puedes introducir otras cuestiones que se te ocurran a partir de la lectura de este capítulo.
  • En el texto se nos dice que "desde muy niño, el Moñigo fue refractario al Coco, al Hombre del Saco y al Tío Camuñas. ¿Qué otros personajes (propios de tu país, pueblo o ciudad) conoces para inspirar miedo a los niños? Puedes contar más extensamente alguna de las historias protagonizadas por esos personajes.
  • Cuando Daniel, el Mochuelo, llama a su amigo Moñigo, la hermana de éste se enfada diciendo: "¡Aquí no hay ningún Moñigo! Todos en esta casa llevamos nombre de santo". ¿Es típico en tu país, en tu pueblo o ciudad el uso de motes, apodos o sobrenombres?
  • En el texto se mencionan los regletazos de don Moisés, el maestro. ¿Has conocido este tipo de prácticas en la escuela? ¿Aún existen? ¿Qué valoración haces de las mismas?
  • En el capítulo 2, se nos presentan a las Lepóridas y la Guindilla mayor como chismosas, cotillas y maledicentes. ¿Este tipo de personajes siguen siendo corrientes en los pueblos? ¿Existen también en las ciudades?
  • ¿Cómo reacciona la gente ante la complexión y el vigor de Paco, el herrero? ¿Hay envidia, admiración, rechazo...?

13 comentarios:

  1. Yo no he vivido personalmente casi ninguna de las cuestiones propuestas, nunca he entendido lo del coco o el hombre del saco, y no sé si actualmente siguen vigentes los motes, aunque mis padres si me hablaban de ellos, se pasaban de padres a hijos (mi madre era de los maraga, y mi padre de los corrajo), aunque muchas veces ya ni recordaban qué querían decir. Tampoco he sufrido los regletazos de los maestros, aunque mucha gente de mi generación sí, y por supuesto no me parece creíble eso de "la letra con sangre entra", pienso que eso lo único que puede hacer es aborrecer el estudio y abandonarlos (vuelvo a usar la experiencia paterna). En cuanto a la práctica del cotilleo, eso sí creo que sigue vigente, evidentemente mucho mas en los pueblos, pero sólo porque allí todo el mundo se conoce, mientras que el anonimato de la ciudad nos obliga a cotillear a un nivel más íntimo. Por último, el vigor del herrero, yo creo que produce una envidia y admiración que no quieren admitir, y por consiguiente un rechazo que demuestran hablando mal de él, e intentando formar un frente común contra él, apoyando su cobardía en el grupo.
    M.J.

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  2. Cuando era pequeña con lo único que me asustaban era con lo de “El hombre del Saco”, si bien es cierto que nunca llegó a darme mucho miedo como le pasa a Roque, el Moñigo, en la novela, a pesar de que yo no tenía ese físico ni esa forma de ser, puesto que era una niña normal y corriente.
    Sí que conocí los castigos corporales en el colegio. No es que me pegaran exactamente con una regla, sino más bien me daban capones o bofetadas. Son prácticas denigrantes para el niño que las sufre y no entiendo cómo, en Inglaterra hoy en día, está permitido el castigo corporal. Afortunadamente aquí en España y en la mayoría de los países, no está permitido.
    El cotilleo siempre ha existido en mayor o menor medida, más en los pueblos quizá, puesto que el entorno se presta más a ello que en las ciudades. Pero hoy en día el fenómeno de las redes sociales cubre, en gran parte, ese papel; en Facebook por ejemplo, es muy fácil meternos en las vidas de los demás, podemos entrar en el espacio no sólo de nuestros amigos, sino de gente que no conocemos y meternos en sus vidas: cotillear sus vidas.
    En cuanto al personaje de Paco el herrero, despierta una mezcla de envidia y admiración a la gente del pueblo y ésta lo demuestra con rechazo. Todos sabemos lo que es la envidia y que puede hacer que surjan sentimientos muy negativos, en este caso se demuestran en el pueblo de esa manera.
    C.Véres.

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  3. Podría decir que los temas que se plantean en este capitulo son un fiel reflejo de la infancia que yo conocí. Tal y como se indica en el texto, una de las maneras que se tenía para controlar a los peques era la de meterles miedo con los personajes que se mencionan. Igualmente, lo de los motes funcionaba a dos niveles uno, era en la relación entre los chiquillos, nos poníamos apodos unos a otros, y dos en la relación entre los mayores o entre las familias. Todas ellas tenían y siguen teniendo el mote que les identifica, mas si cabe, que su propio nombre. Normalmente es el mote del padre el que identifica a la familia, y así sucesivamente a los hijos. Ahora ya no esta tan extendido como antes pero aún siguen identificando a las personas por el mote del padre.
    Y que decir de los regletazos que repartía el maestro cuando se movía una mosca. La verdad es que no eran todos los maestros iguales, pero una mayoría si que lo practicaba, incluso, en ocasiones, si dando los golpes en la palma de la mano el profesor veía que no se hacía gesto de dolor, mandaba volver las palmas hacia abajo y daban en los nudillos. Además existía la creencia entre los alumnos que si se embadurnaban las manos con ajo cuando recibían el golpe dolía menos, así que los mas fijos de recibirlos en ocasiones iban a la escuela con las manos olor a ajos y eso ya era suficientes para llamar al orden al alumno y recibir algún que otro golpe. O sea que, aquello de que”la letra con sangre entra” se cumplía generosamente allí. Hoy ya no existe, y la valoración huelga mencionar que era producto del fascismo que vivíamos en España.
    En cuanto al cotilleo, esto ha cambiado poco antes era más general, y como no había tele ni cosas de estas, era más común. Hoy día se sigue haciendo más finamente, será por aquello de mayor nivel cultura. Y en cuanto a la reacción de la gente a la complexión de Paco el herrero, hay una mezcla de envidia y reconocimiento. Particularmente los peques cuando se da un caso un tanto fuera de lo normal son excesivamente curiosos.

    E.S.P

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  4. Si que existe motes y apodos en mi país(BRASIL), muchos de ellos raros y graciosos como por ejemplo de una vieja amiga que tengo allí, llamada Socorro pero teniamos la costumbre de llamarla (keka),menos mal que ella no tenia una hermana mala como la de moñigo, porque muchas veces iriamos hasta su casa y desde la puerta llamabamos por (keka). Y asi hay muchos motes entre otros nombres raros que no tiene nada que ver com sus propios nombres. Yo no tenia un apodo,pero tenia familiares con apodos, una de ellas era una tia que su nombre era Severina y todos del pueblo la conocia como (bio), este nombre ya era considerado como una referencia en el pueblo, como por ejemplo si llegaba alguien que no era del pueblo buscando a mi tia, pues cuando preguntaba donde vivia (bio) todos del pueblo indicaban su casa, asi cuando era niño la llamaba de tia (bio), me parecia hasta gracioso este nombre tan raro, pero bueno es parte de la cultura antigua de mi pueblo o hasta de mi país. DOUGLAS.

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  5. Yo en la niñez, recuerdo que a mi hermana, a mis primas y a mi nos querían meter el miedo diciéndonos que nos iban a encerrar en el cuarto de las ratas, esto solo ocurría en una planta baja donde vivían mis tíos, que a su vez en el corral tenia mi familia una pequeña fábrica de hacer bolsos. Pues en ese corral también había un pozo y estaba cerrado con una puerta, “pues ese era el cuarto de las ratas”.
    En donde yo vivo que es un barrio de Valencia, en la zona de la huerta si que se utilizan motes, al igual que en la falla donde estoy y sigo viendo que en grupos de amigos, ya sean de niños como de gente mayor aun se utilizan.
    Lo del regletazo yo por desgracia cuando tenia 9 y 10 años estuve en un colegio llamado Cardenal Reig y situado en la calle Emilio Baró, lo que siempre se ha llamado la cooperativa, hay hice los cursos 2º y 3º y puedo asegurar que teníamos un profesor llamado Don Bernardo que sí que utilizaba la regla para pegarnos en la mano y es mas cuando sorprendía a alguien hablando y estaba lejos, le lanzaba el borrador de la pizarra a la cabeza,”acertaba mas que fallaba”.
    Respecto a los cotilléos también pienso que siguen existiendo en los pueblos, en las escaleras, en los rellanos, en las escuelas, vamos en cualquier lugar que se encuentre un grupo de gente y en las ciudades no tienes mas que ver un programa de televisión de esos basura, eso lo dice todo.
    En el pueblo un gran rechazo hacia el personaje, pero a su vez hay admiración por parte de Daniel.

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  6. Me gusta Delibes porque relata con mucha fidelidad una sociedad que yo no viví, pero que conozco por las historias de mi padre. Sin embargo en aquellas cosas anecdóticas seguimos siendo iguales que aquella España de los años 40-50: Existen los motes, unos cariñosos otros malintencionados; los cotilleos son el pan nuestro de cada día en el pequeño microcosmos en el que vivimos (barrio, pueblo, edificio, trabajo), creo que hay gente que vive su vida a través de la vida de los otros y los cotilleos son su forma de alimentarse, por no hablar de esas personas que en su entorno crean una especie de admiración y animadversión por guiarse por sus propias normas al margen de la estipulada sociedad, como el herrero.
    Por suerte, mi educación no estuvo marcada por ninguna clase de violencia por parte de los profesores, lo cual agradezco.
    Por último, no recuerdo que me atemorizaran de pequeña con nada, pero a mi padre le encantaba contarnos historias y las que miedo me daban eran las de Drácula; quizá era demasiado obediente....
    Pat

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  7. Cuando era pequeña solo tenía miedo a dos cosas, la escoba -quita telarañas- de mi vecina, que asomaba su cabeza cubierta por un trapo por encima de una puerta y la otra eran los “maquis” En esta zona había por las montañas hombre escondidos al terminar la guerra era una guerrilla anti-franquista, cuando iba al pueblo teníamos que pasar por varios puertos de montaña, yo iba encogida. Vaya tontería, de mayor me he interesado en conocer su historia.

    Hasta tal punto se le ha puesto motes a la gente, incluso heredados por familias, que yo muchas veces no conozco a las personas por su apellido. Me gustan, siempre que no sean ofensivos, yo soy de la familia “carrasca”.

    Aunque yo fui a colegio en la posguerra, no he conocido los castigos corporales, ya teníamos bastante con el lavado de cerebro que nos hacían. No hay nada que justifique u n mal trato ni a niños ni mayores.

    En los pueblos hay muchas lenguas viperinas, pobrecillas. En la ciudad es más difícil que la gente del barrio o finca te critique nos conocemos menos. Una cosa curiosa es casi siempre se pone en “tela de juicio” a las personas más débiles y con menos recursos y pocas veces a los “señoritos del pueblo”.

    Paco es una persona fenomenal, le preocupa su familia y el trabajo, ya quisieran las beatas un buen “achuchón” de él, eso sí a escondidas.

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  8. Siempre se me olvida poner soy
    c.l.f.

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  9. Mensaje para C.L.F.

    Me ha encantado tu alusión a los maquis (muchos de los jóvenes no saben nada de ellos). Coincido con el comentario que haces sobre Paco, el herrero, y el deseo escondido de las beatas.

    M.A.

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  10. Paco es un hombre fuerte fisicamente y psiquicamente ,equilibrado, libre , desinhibido, trabajador sin dobleces y todo eso en una sociedad pequeña le hace ser blanco en positivo y en negativo y siendo ejemplar es incomprendido,"vive y deja vivir".
    Los motes ,creo que se siguen sacando y aplicando, son una agresiòn cruel cuando hacen referencia a defectos y a veces muesgtran el ingenio de los maledicentes.
    Sobre los regletazos se podría considerar que ante la dificultad de acudir a la reflexión y al ejemplo sobre el alumno para convencerlo de aplicarse en el estudio, y más cuando los marcos sociales ,familiares y escolares son muy distintos y en vez de ayudar entorpecen . En estos casos cómo se logra centrar al alumno y sacarlo de su apatía.

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  11. Junto a su amigo Roque, el Moñigo, Daniel, el Mochuelo cada día descubría algo nuevo, esté le enseñaba lo que a fuerza del destino hubo de aprender para su supervivencia .A pesar de todo lo que se podía oír en habladurías por el pueblo,para Daniel, el Mochuelo, Roque, el Moñigo, y Paco el herrero seguían siendo personas dignas de su admiración.

    A.R.M

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  12. En mi pais antiguamente se habla de muchas historias de esas, por ejemplo habia un una historia sobre un hombre que se le llamaba ''Jinete sin cabeza'' que se llevaba a los niños cuando se portaban mal, tambien existia un hombrecito que le llamaban ''duende''.
    La verdad no se si eran ciertas o no estas historias pero eh tenido amigos que me han contado cosas parecidas a estas.
    En mi pais si es tipico los motes.
    Y pues sobre los regletasos en mi pais existia, ami me paso una vez en la escuela, habia una profesora que tenia costumbre de dar regletasos solo por olvidarse algun material escolar y si existe o no existe yo no lo se, pero en fin yo opino que eso no se debe hacer, es abuso con los alumnos y eso se debe denunciar y se debe tener mas en cuenta de los niños para poder evitar esta clase de incidentes.

    ROMEL TORRES.

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  13. .
    1.El hombre del saco, viejo del saco, viejo del costal, el hombre de la bolsa o el viejo de la bolsa es un personaje del folclore infantil hispánico. Se le suele representar como un hombre que vaga por las calles cuando ya ha anochecido en busca de niños extraviados para llevárselos metidos en un gran saco a un lugar desconocido. Este personaje es caracterizado como un asustador de niños, y se utiliza como argumento para asustar a los niños y obligarlos a que regresen a casa a una hora temprana. Es similar al coco y al sacamantecas, además de Paquita Navajas, y el Asesino de la Garcha Loca.
    2.Sobrenombre en marruecos y en los países arabes o los países musulmanes, la mayor parte de las veces representa a una forma respetuosa y al mismo tiempo íntima de dirigirse a la gente como. Formado por la partícula de filiación (a)bu, "padre [de]", seguida del nombre propio del primer hijo varón o excepcionalmente de otro nombre por alguna que otra causa. Para las mujeres la partícula es umm(u) "madre, [de]".
    ejemplo. Abu Ahmed
    En Persia el sobrenombre era empleado principalmente por los musulmanes no árabes.
    ejemplo. Abu Muslim
    nombre, es el que corresponde a una persona y precede a los indicadores de familia. Puede ser simple o compuesto.
    v.g. simples: Ahmad, Ibrahim, Muhammad, Yusef, Ali, Omar.
    v.g. compuestos: por ejemplo con ‘abd (esclavo de), seguido de uno de los 99 nombres de Dios: Abd Allah (Esclavo de Dios), Abd an-Nasir (Esclavo del Victorioso), Abd al-Rahman (Esclavo del Clemente), etc. (la versión femenina es amat, “esclava (de)” o “servidora (de)”); con una palabra seguida de ad-Din (de la religión): Lisan ad-Din (Lengua de la Religión), Nasr ad-Din (Victoria de la Religión), Nur ad-Din (Luz de la Religión). Por ejemplo mi nombre es Ahmed Y Ahmed se menciona como digno de alabanza, puede dar lugar a confusión ya que Mohamed significa el alabodo y al ser Ahmed una transliteración significaría no ser el mismo nombre y por consecuencia person, sin embargo si lo son.
    Ahmed

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